miércoles, 11 de junio de 2014

"El cascabel", anoche



Los pedagógicos modos, los argumentos sabios y sensatos de Ramón Tamames anoche, no lograron traspasar la tozuda y correosa cerrazón de un político separatista de la región catalana que, con estilo de tendero mendaz (que alguno habrá), intentó vender su mercancía averiada, su sarta de falacias, su incoherencia y su relapsa deslealtad con las normas de la democracia.
Y es que hay listorros que, en vez de cambiar las leyes de manera decente, pretenden retorcerlas con egoísmo a su antojo o, simplemente, saltárselas.
Al conocimiento, en lo posible, de lo que ocurre, conviene que este tipo de gente salga en televisión y nos cuente sus propósitos envenenados. Así vamos calando, y sin esfuerzo, el turbio sonido de sus publicitadas maniobras.
Y todavía cabe otra posibilidad: que la exhibición de estos personajes sea una estrategia encaminada a conseguir el aborrecimiento del personal, de suerte que (“como no los dejan irse”) los echen, ya que tan incómodos son y están.
(La Lengua Española distingue ser y estar. No todas disfrutan de esa sutileza.)

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