miércoles, 29 de enero de 2014

Las consecuencias



Personas relevantes en las filas del PP están abandonando el equipo o distanciándose de él. Cabe suponer que después de un considerable tiempo de reflexión, de un paciente margen de espera. Y en algún caso concreto, Vidal Quadras por ejemplo, tras haber manifestado de modo público y brillante, por diversos medios de comunicación, las razones de su descontento con el rumbo modificado de estos populares “light”.
A juzgar por lo que vemos, no es que aquéllos constituyan el “ala dura”, por más que muchos interesados describan así el fenómeno: mucho más verosímil, más cierto, parece que es el llamativo desplazamiento del PP hacia la tibieza y la ambigüedad de un “centro” que casi nada va conservando ya de derecha lo que ha terminado por desencantar a muchos electores y a bastantes dirigentes.
El incumplimiento del programa electoral (que proporcionó al PP la mayoría absoluta), en temas además centrales, importantes, ha dado motivos para este principio de posible desbandada. Y para que se quiera construir una verdadera y necesaria representación de la derecha que, a medida que supere inoculados complejos, plantee su idea de España; idea que le corresponde y cuya legitimidad no puede ser tenida en menos que la que, con arrogancia y elaboradas, insistentes manipulaciones, siempre esgrime la izquierda, presumiendo con cierto cinismo de honrada, bendita y única opción.
Que es tener mucho morro, con todo lo que hemos visto y vemos.

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