jueves, 31 de marzo de 2022

A cuenta de lo que debamos en el Purgatorio

 

En un pretérito “blog” de éstos, alguno de mis pacientes e indesmayables lectores estuvo de acuerdo en que la Beni era, en sus intervenciones por televisión, formato tertulia, una hidra feroz y correosa, capaz de agotar mentalmente a los más aguerridos participantes de esos palenques.

Pues bien, en la misma o parecida facción, anda prodigándose una tal Afra, a la que subtitulan sindicalista -que ya poco se puede añadir- y que exhibe una suerte de retórica refrita plagada de consignas y sectarismo de todo a cien, cuyos ingredientes agita en personal batidora o minipimer, si así se escribe, para pretender una confusión que desparrama toda posibilidad de sano entendimiento.

Que no sea ella la única calamidad que nos aqueja como espectadores no disminuye su innata condición de infumable.

De sus rabietas, sólo Dios todopoderoso puede perdonarla; pero esto es una manera de hablar.

martes, 29 de marzo de 2022

Cuando se quiere fingir la sordera

 

A sabiendas de que pactó con quien no era unos “acuerdos” de clamorosa insuficiencia, que tienen más de remiendo cicatero que de solución, la encargada del ministerio de transportes balbucea ante las preguntas de los reporteros más silencios que respuestas, procurando en vano taparse con el cinismo de llamar residual a una protesta, el paro de los camioneros, que por desgracia se rendirán antes por agotamiento y decepción que por falta de razones.

La evidencia de estar en manos de los oligopolios y las mafias; desprotegidos por un gobierno incompetente y venal; gradualmente abandonados por una ciudadanía que cobardea en tablas en cuanto sus comodidades peligran; urgidos por su propia precariedad y apremiantes penurias. Esos desgastes irán desactivando este asunto que ha conseguido comprometernos a todos. Y a todos nos tocará la vergüenza de consentirlo.

Los chapuceros que nos mandan lo tienen claro: “divide y vencerás”. Y todavía más fácil, porque el rebaño siempre termina cojeando de ese indecente burladero que es “sálvese el que pueda”.

 

-Y ya en el río revuelto, ¿no te parece que se exagera el “desabastecimiento” y de camino el tendero, grande o chico, clava al cliente un alza especuladora de los precios?

-Vaya que sí. Y que después que esto pase, no es probable que la descuenten.     

lunes, 28 de marzo de 2022

La Academia del Cine diversifica sus premios

 

Cuando la palabra es difusa o confusa; cuando sirve para agazapar la mala intención y luego se sigue por ahí y se quiere escurrir el bulto, tenemos un problema.

Por eso no va bien llamar chiste a una burla pública que, para más inri, se ensaña con el aspecto físico de una persona, sea un “defecto”, una peculiaridad que la sociedad discrimina o desdeña, algo que la cobarde comodidad colectiva rechaza, etc; y ya incalificable de toda ruindad, la mofa de una enfermedad y, según el caso, los complejos psíquicos que puede desencadenar en la víctima del cachondeíto más o menos cruel.

 

En épocas anteriores, por burlas y similares, ofensas hubo que se dirimieron en duelo. Ejemplar y célebre, la figura simbólica del Cyrano literario y el éxito con el que siempre, insuperable diestro de la esgrima, ajustaba las cuentas a sus provocadores. Quizá hasta Quevedo -burlón él mismo- y otros, anduvieron en lances derivados de esos atrevimientos. La lista sería larga.

Y no es imposible que el agraviado eligiera las armas; que segura y naturalmente solían ser las de su preferencia y más ventajoso manejo.

 

Cosa de tiempos pasados, dicen, ahora lo que “se lleva” muchisísimo es lo de la intocable proporcionalidad, aunque también otro punto de vista sostiene que la arbitrariedad y el capricho del provocador, su inicial insolencia, concederían amplia medida y elección independiente para la respuesta. Acordémonos del semanario francés satírico (tan fino, tan libre) y las conclusiones que aportaron los fieles de Mahoma, en su propia proporcionalidad.

El bofetón de anoche (si fue auténtico) y cuya contundencia relativa se saldó sólo con un “Wahoo¡¡” (o como se escriba tal palabreja) quizá pudo responderse con otra variedad del sarcasmo. Pero Mr. Smith no lo decidió así.    

viernes, 25 de marzo de 2022

Urgente

 

La creciente prepotencia, la soberbia, los desprecios de los actuales barandas al mando contra todos nosotros ponen el pelo de punta. De estricta actualidad, el tufo a “mis ovarios, sobre la mesa” de la encargada del ministerio de transportes, flanqueada por otras dos de similar jaez. Autorizada y respaldada por el nefasto Pedro, jefe máximo, es decir, responsable (¿y por qué no, culpable?) máximo. Que la nombró a dedo o con el subterfugio de la cuota, y ahí en el cargo la sostiene para insultar y calumniar a los camioneros.

 

Lo que se está pidiendo es que haya un arbitraje decente e imparcial entre los explotadores y los explotados, que defienda a éstos de aquéllos. Que ese arbitraje elimine, o al menos reduzca con rigor, los demasiados eslabones intermediarios en la cadena esa de la que tanto se habla. Porque los dos eslabones de verdad indispensables solamente son el primero y el último; y lo que se pide es que si hubiere, por necesidad, que considerar algún otro eslabón, venga OBLIGADO a mantener su razón de ser y su intervención dentro de unos términos de vigilantes y vigiladas proporciones.

Lo que se pide es que haya buenas leyes y que se cumplan; y que se saquen las mafias del sistema.

 

¿Subvenciones como de costumbre, canijas, transitorias, que pagaremos entre todos? ¿Con requisitos burocráticos infinitos para casi imposibilitarlas? ¿Hipócritas trocitos de tarta de consolación para despistar y para maquillar el engaño? Y los millones de españoles (familias, pensionistas, jubilados, personas que no pertenecen a los sectores laborales acreedores teóricos a las “ayudas”) que quedan fuera, ¿que se jodan y sigan pagando precios de atraco?

Ni los que buscan tres pies al gato ni los que se andan por las ramas van a la verdad nunca sino al estorbo y al ruido.

Y si los gobernantes, mintiendo bellaco modo, después de perder el tiempo con reuniones inútiles, no resuelven los problemas, hay que echarlos de los sillones. Urgente.     

jueves, 24 de marzo de 2022

Una respuesta favorita

 

Faroles o farolas que sean (que no faltaba más que inaugurar otra controversia “de género”), correspondientes a la iluminación de estas calles del barrio -que también se dice “urba”, pijo modo-, han ido experimentando, a lo largo de más de 30 años, sucesivas sustituciones de sus bombillas convencionales a medida que la caducidad o los evolucionados modelos en el mercado las propiciaron.

En estos días, los munícipes de turno han ordenado un reemplazo que si bien respeta la estética, conservándola, comporta unas variantes notables: faroles (o farolas que sean) ahora carecen de los vidrios laterales clásicos, transmitiendo una desconcertante sensación de huecos incompletos; a cambio, en vez de las bombillas de toda la vida, incorporan unos paneles “led” con aspecto de “tablets” (todo muy moderno, vale) que, horizontalmente instalados bajo la tapa superior que acaso podríamos llamar sombrerete, difunden la luz sólo en dirección descendente y circundante. O sea, hacia abajo y como desparramada.

 

Hago una pausa para que podamos asumir toda la descripción precedente, quizá perifrástica y desde luego laboriosa.

-¿Y prolija?

-Sí, y errática y frívola y más cosas, a mí me lo vas a decir. Sigo.

Los posibles PROS: un ahorro del consumo de electricidad; una delicada reducción de la contaminación lumínica que es de agradecer, aunque tengamos serios motivos para desconfiar de la “sensibilidad” que sólo (y con esfuerzo) cabe suponerles a quienes nos deciden esta y otras cuestiones.

La CONTRA: la penumbra resultante, de cierta inesperada elegancia y casi cinematográfica de diseño, pero cuya intensidad tira a escasa.

-¿Te acostumbrarás?

-Como decía el arbitral emisario pontificio en “La Misión”, ¿qué  otra cosa, si no?

martes, 22 de marzo de 2022

Rosalía y sus galaxias

 

Incluso los más escarmentados, los escépticos profesionales, los veteranos conocedores del adagio que reza que “no se puede decir ¡ZAPE! hasta que pase el último gato”, habrán de rendirse ante esta táctica eficacísima con la que, una y otra vez, se nos pilla a traición, todavía (hay que ver) desprevenidos.

Porque para que lo inesperado toque a Vuesas Mercedes de nuevo, ahí asoma “Hentai”, de línea esquemática, fragmentaria y bella, condensando atrevimientos que aspiran a una iconoclastia menor y a la que SÍ cabe el reparo de tantos autores mancomunados para una letra que desde luego no constituye -quizá ni lo pretende- un prodigio literario sino un poco de jerga entrecortada para sugerir pequeñas sensualidades que juegan a un “rebujito cocktail” cuyos ingredientes aparentan, y sólo eso, ser inocentes descaros y calenturas.

Pero resulta que es una canción notable que por instantes remite (no lo van a creer) a camuflado vals y tres por cuatro; y provista de gran independencia en el arreglo de libérrima percusión a ráfagas de metralleta.

La ya proverbial puesta en escena de los generosos videoclips que a Rosalía ensalzan, vuelve a subrayar el nivelazo sin límites visibles que consagra la carrera de esta asombrosa astronauta de la música popular y sus propuestas más vehementes.

Con una carga de amor a todo trance y trucos en la voz, tampoco se pierdan “Como un G”, de esta misma brava cantaora.

 

Observad: estamos yendo a otro mundo.

lunes, 21 de marzo de 2022

Santa Bárbara y la tormenta

 

Creyéndose inventores y detentadores de la única forma de vida existente, los urbanitas se asustan al pensar que puedan encontrar vacíos los supermercados, desprovistos de los artículos habituales, cotidianos.

Esas cosas que suelen estar disponibles porque…

¿Quién las produce? ¿Quién las trabaja? ¿Quién las transporta y las pone a nuestro alcance, cómodo y bastante desentendido?

Esto es lo de Santa Bárbara y los truenos. Porque no escarmentamos. Y urgen soluciones.

Hay que remunerar decentemente a esos trabajadores. Por lo mismo hay que TAMBIÉN impedir el chuleo de las cadenas de intermediarios que parasitariamente especulan de modo mafioso, para que el eslabón final de los consumidores no pague, como siempre, los carísimos platos rotos, los precios que se inflan a tope.

Hay que resolver la locura de la luz eléctrica, la gasolina, etc. ¿O qué?

 

Ruina segura, provisionalmente diferida a base de gigantesco despilfarro del dinero público en administración fullera y subvenciones/sobornos para mantener apoyos y acallar discrepancias, a España la vuelven un país de cobardes que, cada vez más, aspiran a llegar a funcionarios: en su ceguera, en su pan para hoy, etc. no quieren ni plantearse el fracaso garantizado de semejante enfoque, nada sostenible si los VERDADEROS PRODUCTORES DE BIENES desaparecieran por completo. Si no quedasen, para tirar del carro, esos emprendedores valientes que son, por ejemplo, los agricultores, los ganaderos, la gente del campo y de la mar, todos los que ahora ya no aguantan más.

Si estos transportistas fueran sólo una minoría…

Rebozados en mayoritaria mierda, nuestros ministros, soberbios, embusteros, no dimiten. Son ejemplares funcionarios que no quieren perder el sueldo.

domingo, 20 de marzo de 2022

Líneas de archivo

 

De trampantojos y ensoñaciones, “pa” que haga de esto 20 o 30 años, con estos versos de rizadas hipérboles entretenía el tiempo (como si le sobrara, qué desorden) el Hipocampo y, en espera de que cristalizaran en canciones, aun osaba sembrarlas en sus libros que eran clavecines a medio temperar.

 

Simonetta se deja sabiamente

las orejas desnudas, sin adornos;

como una tentación, como un soborno,

los brazos limpios armoniosamente.

Franco el escote, libre, sin collar,

espléndido de música galante.

Para abordar sirena semejante,

¿por qué robar las perlas de la mar?

 

Tan especial parece, tan sencillo:

la cintura perfecta, el seno erguido;

uñas sin trampa, dedos sin anillos;

sueltos, sobrios, valientes, los vestidos.

No besa, da la mano al saludar

y, entre sonrisas, marca la distancia.

Resulta natural que su elegancia

filtre amistosa quién la ha de rozar.

 

¿Qué viento norte es ése, recto y rubio,

que fundes con tus gestos italianos?

¿Cómo será el amor en tus efluvios?

¿Cómo será rendirse entre tus manos?

¿De qué lago te vino la mirada

y de qué sur el resplandor candente

que matiza tu voz enamorada

y me cautiva deliciosamente?

 

Te miro seducido en la pantalla

-esa ventana al mundo en Palcolor-,

volcado en las quimeras del amor,

varado entre mis sueños y mi playa.

Con esto a mi principio yo retorno:

seguro que tú sabes, Simonetta,

que, de lo que contiene este planeta,

tu pelo de oro es el mejor adorno.

viernes, 18 de marzo de 2022

El riesgo en el envite

 

Los que hoy, estupefactos, te contemplan

-frágil momia de pasos vacilantes,

como de una pirámide egresado-

“no han de callar, por más que con el dedo…”

 

Pues qué, ¿quizá mejor no hubiera sido

en la memoria de tus seguidores

preservar el recuerdo de las tardes

que erigieron tu gloria y tu prosapia?

Tu estampa a pie, ¿no habría merecido

el retirarse a tiempo del oficio?

Y ahora, consternados,

quienes fueron tus fieles valedores

observan, encendidos de rubores,

tu rumbo proceloso

y ese antojo de darte al rejoneo

sobre jaca que en esas cabriolas

de su enérgica y joven alegría

puede que al cabo acabe con tus días.

 

Sosiega las hormonas residuales,

admite que esta Aldonza te supera;

al menos, de ese modo,

descontarás un poco el patetismo

de apenas ser la sombra del que eras.

miércoles, 16 de marzo de 2022

Calentitos

 

La pobreza energética es, por ejemplo, que muchísimas personas pasan frío todo el invierno por miedo o directa imposibilidad de pagar la factura de la electricidad. Seguro que no estoy simplificando.

Andan diciendo ahora que se podrá (que por lo visto se podía, todo este tiempo atrás) cambiar el sistema que fija el precio de esa electricidad, con lo cual el primer párrafo sería diferente.

 

Tengo entendido que hay países donde la ley castiga a los ladrones cortándoles la mano.

Como eso nos parece una costumbre muy fea, aquí no hacemos lo mismo con nuestros ladrones que igual son los que han impedido siempre esa modificación que quizá se hará próximamente, controlando, ¿rebajando hasta lo asequible? el coste de la luz. Y así el invierno será más llevadero para los que sigan vivos. Qué detalle.              

martes, 15 de marzo de 2022

Consumidores/electores

 

Nada más ponerle la zancadilla a Rajoy, que fue ir de Guatemala a Guatepeor, Sánchez el relamido nos echó encima la mayor cantidad de ministerios que hemos sufrido nunca; tanto es así que se sacó de la manga (trilero típico) los de expresa invención para recompensar a sus compinches más tenebrosos por sus servicios/sevicias.

Y ahí están los ministros y ministras desparramados, desparramadas en sus cómodos despachos, con profusión de ayudantes, asesores, secretarios, etc. y se ve que pensando en las musarañas, que debe ser eso si analizamos lo descontenta e insatisfecha que anda la gran mayoría de la población con los “logros” de esa presunta gestión tan inservible.

Ahora, cuando los transportistas y los pescadores, y los agricultores y los ganaderos (suma y sigue) plantean por enésima vez sus reivindicaciones, hartos de promesas incumplidas, aplazamientos y toreos, sale la que supongo titular del ministerio correspondiente, de cuyo nombre no quiero acordarme, y dice que “no es momento de movilizaciones”.

Hay que tener jeta.

En cambio, con políticos decentes (¡qué esperanza, ché!) se podría hacer recular al enjambre de parásitos intermediarios, a la horda de especuladores y también a las fieras de la rapiña voracísima e insaciable de la Hacienda Pública (Saqueos 24 horas), que no pararán hasta matar esa gallina de los huevos de oro que es el inerme, indefenso consumidor.

El asunto es que el consumidor es también el ELECTOR. ¿Y seguirá siendo un borrego de mierda?            

lunes, 14 de marzo de 2022

Asistiendo a la Conferencia

 

El “president” catalán,

de apellido Aragonés,

hace un esfuerzo supremo

porque, memo,

finge creer que su arnés

-a menudo descortés-

es de otra ganadería.

Así que como un caimán

o un agorero ciprés,

más cateto que blasfemo,

forzó el compás de sus remos

y asistió por esta vez

con gesto de languidez

al “grupo” de autonomías.

 

Ha dejado claro que

hizo excepción a su norma,

porque nada lo conforma

si no se habla del “parné”

que dice que le debemos

los porfiados españoles.

Que no se piense la gente

que esto será un precedente.

Pero, pardiez, esta vez

ha aparcado los bemoles

y se tapó la nariz

para vencer su rechazo

de Emperatriz de la China

tocada con barretina

o mandarín en su ocaso.

¿Volverá a hacer los deberes

otro día?

El sueldo que se le paga

es para esos menesteres

todavía.          

sábado, 12 de marzo de 2022

Trincheras de leyenda

 

-Hipocampo ¿y a ti te parece que estas rachas tuyas de comentar los nubarrones contribuyen, influyen?

-De influir, ya calculo que para nada. Lo que hay son demasiados calladitos deseosos de NO señalarse; pero cualquier adulto con dos “deos” de frente sabe de lo que estamos hablando. O escribiendo, que también se trata, sobre todo, de eso: de no perder el entrenamiento en la redacción, en la gramática. Y claro que vale como desahogo.

-Algunos echarán de menos, en el centro de esta tormenta de protestas, tus históricos cuentos sobre avatares amorosos; que algo tormentosos a veces solían ser.

-No digo que no. Pero, y ya lo cantaban -“Turn, turn, turn”- the Byrds: que hay un tiempo para cada cosa. Lo que pasa es que no siempre, casi nunca, decidimos el orden de sucesión de las diferentes etapas.

-¿Y lo que trae la edad, de desengaños, también?

-Tú verás. Va de citas: el discípulo de Merlín cantaba “la mujer, la música y el vino…” Tan en retirada de esos tres frentes, y no obstante, cualquier día te, y me, concederé la licencia de ofrecer por aquí algunas líneas de archivo. No desmayemos.

-Las espero, mitad curiosidad y mitad morbo.

-Anda, tira.   

viernes, 11 de marzo de 2022

Lo de andar por casa

 

El sanedrín fariseo estalla en anatemas e improperios contra la entrada de VOX en un gobierno autonómico.

Son los mismos que, por el contrario, se revuelcan con placer ante el desgobierno central, colcha de retales con separatistas, etarroides y rojeras variopintos.

En la Biblia, a una caterva similar de falsos los llaman sepulcros blanqueados. Demasiado literaria, la expresión es incapaz de camuflar, en la presente variedad, tanta podredumbre como concierne a estos incoherentes de manual para quienes sólo valen sus pactos, sólo son “olvidables” sus corrupciones y sus manejos.

Son los escrupulositos del embudo. Qué majos. Qué inservibles.

Qué mal digieren la realidad y la existencia de electores (los de VOX) que igual están hartos de lo que PODEMOS “desoportar”, aunque ¿nos lo manda? Dios, acaso como castigo de nuestros pecados.          

jueves, 10 de marzo de 2022

Agobiados

 

Tampoco es una opción desentenderse del espanto que las noticias de la tele nos trasladan, estos días de desgracia.

Sobre lo que nos cayó encima con el virus, y que queda por resolver, esto de ahora, en cierto aspecto, pinta todavía peor. Inevitable, puede que culpable, el desgaste, las imágenes pavorosas de los bombardeos, de las personas huyendo, de los resistentes heroicos; las entrevistas incesantes, agotadoras, a las gentes víctimas en primera línea. En comparación, los meros atribulados espectadores que quedamos (de momento y en apariencia) varias líneas más atrás, llegamos a sentir la mala conciencia de que, con la que está cayendo, aún nos impacienta -tiquismiquis que somos- el inútil tono de luto y condolencia de los “opinadores” que quizá nada diferente saben permitirse.

 

La leche derramada: el carísimo andamio de la Unión Europea, ineficaz de costosísima burocracia y semiacuerdos remolones, demorados años, dormido en postizos laureles, molicie, egoísmo del bienestar y los no muy discutidos privilegios; más que eso, la imprudencia de los dirigentes a todo lujo, avestruces frecuentes sin querer admitir los riesgos, sin prever (no preveEr, ¿estamos?) que Atila siglo XXI, tal como sus antecesores, jamás abdica del crimen, de su naturaleza terrorista.

 

Alguna que otra guinda miserable de esta tarta atroz: Pedro el ruinoso y sus excusas; la horda de trastornados que parece inmune a todo y que sólo “a su rollo” están, liándola parda so pretextos de fútbol. No se perdería nada si los eliminaran.

-¿Alguna sugerencia?

-Cualquiera vale.  

martes, 8 de marzo de 2022

Tanta prisa que había para desmontar las nucleares...

 

Ahora que “los precios galopantes de las cosas”, más salvajes que nunca, redundan en una correspondiente recaudación de impuestos más salvaje que nunca… y por si hubiera dudas,

 

Que se publique en primera plana el nombre del periquito o de los periquitos en cuyo poder omnímodo está la reducción urgente de esos impuestos que en esta rabiosa emergencia atenuaría siquiera la ruina y la agonía de la población.

Y que no parecen dispuestos a mover una pestaña al respecto, sino a proseguir con esta especie de sevicia hasta que todos sucumbamos. Todos, menos ellos, que seguro tienen trucos para blindarse.

¿Qué mierda esperan estos gobernantes ídem, estos verdugos?

¿Los hemos elegido en democracia para que nos hagan reventar?

 

Por cierto que la Belarra

y otras ilustres fregonas

que tanto dan la tabarra,

¿dónde se queda su grito

de “defensoras” del pueblo,

de amazonas peleonas

con el discurso gastado,

refrito?          

lunes, 7 de marzo de 2022

Feijóo

 

Quizá ya ha consultado a la Sibila.

Y el vaticinio que ésta le ofrece,

no vagamente sino con estremecedora precisión,

resuena en su íntima corazonada.

Pero también sabe

que no podría esta vez retroceder ante ese destino

sin que ello pareciese prueba indecorosa

de corto ánimo

o de infamante cobardía,

en la asamblea de sus propios tribunos.

 

Y porque ninguno de éstos

acaricie la tentadora evocación de Curro Romero

y sus legendarias “espantás”,

asumirá el mando y se aprestará

a despreciar los idus de marzo, de abril, etc.

que ya le advierten

que ni Ariel ni lejías serán poderosos

a eliminar las señales

que, en la túnica que viste ahora

para asistir al rito definitivo de su designación,

dejarán con alevosa mano

los traidores futuros que en el presente,

solícitos hoy, así lo aclaman.