lo
traté poco. Pero lo suficiente para alcanzar a entenderle -y comprenderle- el
carácter, además de las múltiples referencias directas que de él he recibido.
A
su alrededor, cualquiera ha sentido el asombro de su sostenida vitalidad, sus
singulares iniciativas de inventor de artilugios y un espíritu que seguramente
lo marcó como insaciable curioso de las posibilidades que su habilidad natural,
su destreza y el crisol casi alquimista y mitológico de su sótano/taller le
facilitaron.
Patriarca
familiar, vida larga. Lúcida y fructífera (creo poder afirmar), que hoy llega a
su término.
El
hueco que deja en su gente sobrepasa la media, seguro. Como que también se dará
una vuelta por los aires de Madrid, de la calle Juan Bravo para, a su manera, seguir
supervisándolo todo.
Qué bonito!! Muchas gracias, corazón.
ResponderEliminarEmocionante. Muchas gracias
ResponderEliminarMuy bonito tu homenaje.Gracias
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