sábado, 6 de mayo de 2023

En ocasiones señaladas,

 

como ocurre hoy con la coronación de Carlos III, rey de los britanos, se suscita la controversia acerca de la presunta modificación que experimenta, o no, el jamón, según el método elegido para “pillarlo” en sesión de “tapeo”.

En el concreto caso que nos ocupa, en honor a la verdad hemos de precisar que se trata de paleta ibérica, matiz que no altera sustancialmente la esencia del debate, y manjar éste que nos parece preferible por sus características vetas tocineras de resplandor más acentuado y tentador encanto.

 

Las posiciones antagónicas se definen entre Lady Taladro, que es partidaria del uso indiscriminado de los dedos y el Hipocampo, fervoroso defensor del tenedor de acero inoxidable pulido, de cuya condición inerme y respetuosísima no cabe dudar y que lo hace libre de toda sospecha de transmisión o influencia en el sabor: radicalmente exento de descrédito.

Expuestos estos argumentos de indiscutible solvencia, se muestran no obstante inservibles ante el numantinismo de “La Taladro” quien sostiene con Alejandro Sanz que “no es lo mismo”.

Diplomáticos, no hemos entrado en las disquisiciones que se derivarían de la sociología aplicada al pijerío y/o al folclore, y mucho menos en la tradición ni tampoco en lo que Bertrand Russell y otros denominan como la ley del consenso universal.     

1 comentario:

  1. Admitan ambos, Vuesa Merced y Milady, que al igual que "una rosa es una rosa", un jamón es un jamón. ¡Fuerte abrazo en Coronation Day!

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