martes, 29 de noviembre de 2022

Al trapo, sin que sirva de precedente

 

¡Gonzalo de Berceo, Mester de Clerecía,

socorredme a este punto, en esta estrecha vía!

Que un interlocutor, piadoso y circunspecto,

pretende de mi numen alardes de arquitecto:

sutiles composturas, versos elaborados,

alejandrinos pulcros de hermoso cincelado.

Y cuando, nebuloso, en sueños me desvelo,

no se me ocurre otra que picar el anzuelo

ensartando palabras y llamándome a andana

tal cual y como si nunca hubiera un mañana.

 

¿Qué disparate es éste, qué inéditas propuestas,

qué desafío aciago, qué cantares de gesta?

¿No embarullan bastante la “tele” y sus dislates?

¿Y encima vengo yo con mis mañas de vate?

Sugiero de inmediato parar esta deriva,

buscar en el silencio la paz alternativa.

 

-Pero si es que te encantan los fuegos de artificio…

-¡Ay, si sólo tuviera este virtuoso vicio!

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