-Hoy,
para remontar
el
conveniente vuelo,
cuesta
batir las alas
de
la imaginación;
cuesta
que el corazón
dé
un plazo a los anhelos,
repintando
las galas
de
rosa o de salmón.
Hay
que quitarle lastre
a
este cajón de sastre,
de
pereza y ruina,
cansancio
y decepción.
Que
aunque concluya el humo
que
los incendios dejan,
será
el mismo pregón
en
la antigua calleja.
-Es
decir, ¿que Europa
nada
y guarda la ropa?
¿Que no hay orquesta buena
para
esta partitura
y
para esta conjura
que
a nada sano suena?
¿Y
este caleidoscopio
de
la modernidad?
-Parece,
la verdad,
que
es de lo más impropio.
-No
tienes fino el día
y
buena falta te hace…
-Mañana
volveré con los disfraces
para
recuperar la fantasía,
con
el permiso de la autoridad,
si
el veleidoso tiempo no lo impide,
ni
alguna inédita fatalidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario