Como
vehículo o herramienta de comunicación y entendimiento, la lengua es de
trascendente importancia. Pero no sólo.
Es, también y no menos, un jardín excelente para fomentar el arte, el uso de la
inteligencia, para afinar y refinar nuestra sensibilidad. Para alejarnos del
pozo indigno del embotamiento mental y el oído de trapo o de corcho. Para
ayudar a disolver nuestra barbarie.
Por
eso convendría que nunca se tergiversase su función útil disminuyéndola y
malversándola a función utilitaria. Abaratar la lengua y sus hermosos matices y
peculiaridades con la torpe excusa de hacerla más fácil y accesible, termina
enrasando a los mejores con los peores; a los altos con los bajitos; a los
diligentes con los perezosos: enrasando siempre en negativo, que es lo que también
ocurre cuando se arrastran asignaturas suspendidas hasta el curso siguiente.
No
se crían generaciones, no se entrenan mesnadas (salvo intención perversa y
espúrea) con chabacanerías y horteradas. Ni suprimiendo las dificultades que
deberían contribuir a nuestros crecimiento y mejora. Así pues, que no nos
vendan el petardeo del “pero se me
entiende, ¿no?” como algo inocente ni como ejemplo que se va extendiendo tal
que mancha feísima.
Y
ojito con suprimir acentos ortográficos a destajo, a capricho, con imprudencia,
arbitrariedad y alevosía. “Solo” y “sólo” no dan igual. Verbi gratia:
-Entre
muchas mujeres, hay un hombre solo
(= a solas).
-Entre
muchas mujeres, hay un hombre sólo (=
único hombre en esa reunión).
Así
que…
Cuanta razón hay en sus palabras.
ResponderEliminarNo es la primera vez "sólo" sale a mostrar tus diferencias con la RAE.
ResponderEliminarCon todo, en plena semana del orgullo en el Foro, el ejemplo tiene su aquel, o es un oxímoron. Un abrazo desde Aluche.