sábado, 13 de noviembre de 2021

Una alusión rimada

 

Un transgresor de circo y un pasota

que camufló la falta de talento

con restringido disfraz de esperpento;

y, alardeando de desenvoltura,

fue uno más de los tantos caraduras.

 

A fuerza de montarse numeritos

para “epatar” a los sevillanitos

sentó fama de excéntrico en sus días,

que regaba a porfía

con brandy de cualquier destilería

(aunque en la precisión que no tenía

“coñac” seguramente lo llamaba

cuando con decisión lo incorporaba

a confusas neblinas digresivas,

errático discurso altisonante,

puesta en escena como de atorrante

que “canta” unas corcheas evasivas).

 

Patio de Monipodio,

retablo de dispares maravillas,

por Sevilla zigzagueó su estela.

Hizo más bien lo que le dio la gana:

contó cuentos de artista/bagatela

que le tomaba el pelo al respetable.

Deja memoria; y calle por Triana

y admiración y asombros impensables.

¿De la bohemia, un pontífice sumo,

o un vendedor patético de humo?

 

Colofón en quiebro métrico:

En ese Partenón de las “vacas sagradas”

anda su trapisonda, de madrugada.                                                                   

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