jueves, 6 de mayo de 2021

Consensos y sofismas

 

A base de insistir en la idea, la opinión pública “convenientemente” moldeada ha determinado por consenso mayoritario que el militar debe estar excluido del gobierno de nuestras naciones modernas.

Quizá sea imposible encontrar una justificación inteligente de ese acuerdo, sin admitir una llamativa discriminación, una arbitrariedad caprichosa y, como tal, antidemocrática; mientras que por el contrario no hay escrúpulos con las demás profesiones, abogados, médicos, economistas, deportistas… incluso guerrilleros y actores y puede que saltimbanquis, como vemos en ocasiones. Y no siempre con certificados auténticos y merecidos que avalen su capacitación.

Con una cierta edad, podemos recordar a De Gaulle y a Eisenhower, en épocas menos “lights”, y a otros muchos a lo largo de esa Historia que los “progres” más ocurrentes se empeñan en oscurecer para reinventarla. Para falsificarla.

 

En eso estamos. Cabe preguntarse por qué.

Preguntarse si en Francia es decente y saludable someter al silencio y la inacción a franceses (que lo son, antes de ser militares) que encuentran inaceptables y peligrosos el desorden, la hipocresía, la negligencia y la corrupción que parecen ser origen y causa de gran parte de los problemas que, de tanto engordar, tendrán muy peor solución.

 

-¿Y aquí? ¿Las barbas del vecino…?

-Tú verás.

-¿No será que escuece la imagen de una dictadura con galones?

-Error simplista. ¿Acaso no vemos y padecemos disimulones dictadores de traje y corbata y aun más, meros descamisados?

-El caso es que no recuerdo que, de joven, estuvieras a favor de lo militar: bien que te incomodaba la Marina.

-No lo niego. Pero lo que sí me han dado la experiencia de la vida, el tiempo y una razonable sensatez ha sido la opción de sacudirme más de cuatro dengues mal digeridos. Afirmo hoy que en todos los grupos sociales, las profesiones, etc. encontramos parecidas cantidades de gente y de gentuza. Y con eso, ya vamos apañados.

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo. Si tras muchas, muchas vueltas a la pista de atletismo al final vamos a pensar como cuando se dio el pistoletazo de salida ¿De qué vale lo vivido, lo leído, lo discutido, lo descubierto, lo compartido?. Pionono siempre pensó eso.

    ResponderEliminar