Con reiteración, vienen contándonos por "las teles" que los embarcados en el Open Arms llevan muchos días en una coyuntura muy crítica que incluye situaciones de violencia y extremas penalidades de variada índole.
Salvini les niega Lampedusa y la cosa ya tiene visos de pulso entre éste, no sé qué juez y, desde luego, la mezcla de temerario, aventurero y humanitario por libre que luce Oscar, al mando de ese buque, tan pintoresco de nombre.
Tras demasiadas jornadas de plantón en el mar, el errático y caprichoso gobierno en funciones que nos trastorna a los españoles decide mandar para esas aguas un buque de guerra, que ya es decir, y que al parecer tardará tres días en situarse covenientemente para iniciar ¡la escolta hasta Baleares!
¿Alguien ha calculado cómo estará el patio en esa fecha?
¿De verdad suena a solución un gesto tan desesperadamente rocambolesco y de tan discutible oportunidad?
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