Seguro que las manifestaciones
plantean con razón esos motivos
que en todo ese incesante tiovivo
exigen permanentes revisiones:
mujeres, pensionistas, funcionarios,
reformas necesarias, a diario.
(Suscribe los acuerdos el Gobierno,
buena cara al mal tiempo de este invierno.)
Luego del entusiasmo,
habrá que ver con la calculadora
a cuánto asciende el pasmo,
señores y señoras,
con qué se paga esto.
Yo me pregunto cuándo
nos dirán que nos suben los impuestos.
Que desde luego lo que nunca tocan
serán siempre sus chollos y bicocas,
los mandamases del color que sean,
que no bailan jamás con la más fea
y lo predican todo sin dar trigo.
(Habrá que encomendarse a San Rodrigo.)
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