Entre el remotísimo humor de la condición, "gafe" en extremo, de la familia protagonista y un argumento a medio cocer y a medio explicar, ocurre "La suerte de los Logan", cinta pasmosa y pasmada, con personajes que parecen flotar o desenvolverse entre una calma de caucho y un suspendido estupor.
-- ¿O sea?
-- Nada, que el cine es una fuente de sorpresas. No hay más que ver la situación delicadísima a la que sin consideración que valga han expuesto a Harrison Ford en la última suya, con ese maltrato de inundarle el entorno, cosa peor que un despido improcedente, con lo que anduvo ese hombre por las montañas aventureras y los desiertos calcinados de la Antigüedad, vaya por Dios.
-- Y con la edad que tiene, tan lejos de la primera comunión.
-- Por eso mismo, no es plan.
-- Al menos, ya ha empezado a llover, qué alivio.
-- Y que lo digas.
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