Mira que te veíamos, oreando el vaivén de tus maduras y algo equinas abundancias, al lado del vigente cabecilla oficial del motín, aunque entre el orondo y los salvajes lo están dejando ahí por el momento, a los efectos del papel de un títere al que quizá le caiga el más relevante vapuleo. Y, entre nos, decíamos "ésta, ¿de qué va?".
Y ahora te barren con la inmisericorde escoba de la secta porque al parecer han detectado que tu lealtad se extiende no más allá de donde alcanza un cierto riesgo que, por lo visto, no estás bastante dispuesta a asumir.
En fin que ya veremos en cuál dique seco fondearás mientras deshojas la margarita remolona, mientras limpias de rémora y otros submarinos animalitos, crustáceos, anémonas, corales, las anchas estructuras de tu nave, galeona.
¿Y cómo es posible que no percibiéramos de antemano, sino hasta ahora, tu signo del "zoológico"? Si es que...
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