En todas las emisoras de televisión lo han reiterado hasta el aburrimiento: "la mano del hombre", en el incendio de estos días, como posible causa a indagar.
¡Qué lástima, qué gran oportunidad perdida para que los ideologizados correctores y correctoras del lenguaje salgan, consecuentes con su característica obsesión, a gritar de modo histérico, añadiendo "la mano de la mujer"!
En esta reivindicación también se ha echado en falta que reclamasen su cuota correspondiente los llamativos y ruidosos inscritos en la pinturera, multicolor y orgullosa manifestación carnavalesca que tiene lugar en Madrid, con la seducida complacencia integradora de sus más progres y señalados ediles.
Un caso imperdonable de negligencia que lamentamos y que no debiera repetirse en lo sucesivo.
Pionono, desde hace tiempo, viene observando esa misma ausencia del término femenino en muchas otras ocasiones: Chorizos y chorizas, corruptos y corruptas, evasores y evasoras...
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