Capaces de las más dispares actividades, los individuos (que sí, venga, que las "individuas" también) son/somos dados a cometidos infinitos y que jamás agotan nuestra admiración de espectadores.
No hay más que ir al cine en estos días y contemplar la maestría con la que "Legend" retrata, o fantásticamente glosa, la singular, brillante crueldad, la violencia espeluznante de las mafias en Londres, décadas atrás. Los aficionados al género saldrán satisfechos observando las extremas posibilidades de este film, tan lejos de las facilonas chocarrerías de nuestras peliculitas rellenas de costumbrismo de andar por casa, con los proverbiales diálogos "esmaltados" de las más populares obviedades y las palabrotas contemporáneas de más trillado uso y abuso.
En LOS (ojo) antípodas, no hay más que sentir la belleza, la serena unción con la que nos conmueve Leticia Moreno al violín, (digitación limpia, dominado, elegante vibrato) interpretando el adagio del concierto nº 1, en Do Mayor de Haydn, hoy por TV2.
Y a medio camino, también existen el café y el roscón de reyes, que también prueban lo de las más dispares actividades a las que la primera línea hacía referencia.
Queden Uds. con Dios, alto Creador de todas las maravillas y los excesos.
Veré la peli en cuanto la tenga a tiro, escucharé el concierto en postcast y del roscón ni hablamos que he puesto ya dos kilos sin anestesia...gracias por la información culturo-gastronómica
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