Desde fuera nunca pueden verse con toda claridad los conflictos, los desacuerdos que hayáis tenido, o tengáis, en UPyD; los motivos, razonables o interesados, de la deserción de la Lozano o el Cantó, etc. en busca de otros objetivos o beneficios; el fundamento del relativo paso atrás que en apariencia ha dado Rosa, porque más habas se cuecen en otras partes.
Pero lo que sí suena bastante claro es tu discurso, con ese tirar de las mantas, casi losas, que otros omiten o citan de refilón y que mucho tiene que ver (y más que tendría, de ponerse en marcha) con la limpieza general que conviene a nuestra política y a nuestros mecanismos y organismos institucionales.
No es nuevo, que tu propia antecesora, en vuestro nombre, lleva tiempo señalando esas reformas tan necesarias como urgentes y en cuyo meollo no quieren entrar las otras cuadrillas porque sería tocar gravemente los "dividendos del negociete", los chollos y los privilegios.
Lamento el desdén que la masa (novelera y ahora seducida por algunos cuentos chinos bastante discutibles) os concede, rebajando con sus escatimados votos la influencia y los resultados que de tus propuestas se desprenden.
Y sí: habría que examinar con rigor lo hecho por cada uno, cuando está en el poder, en vez de confiar otra vez en los faroleros, los mentirosos y los tunantes ya acreditados.
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