– Cómo te gusta colgarte de cualquier comecocos: que si quitaron aquel buzón
de correos; luego, que habían cerrado la sucursal del Banesto, cuando todavía
se llamaba así.
Ahora que echas de menos, no la hache
que no lleva, sino las dos araucarias que durante años se ufanaban de su
torcido ángulo aquí enfrente, casi en las dunas, y que han terminado talando,
poco ha.
Y lo último, por el momento, que, claro,
era de temer que el “trilobite” (que había aferrado su aparente proyecto de
minúscula eternidad al arco del porche trasero) sería barrido, arrasado, y así
fue, por la brigada intrépida e inmisericorde de los pintores.
– Qué quieres que te diga. Bastante
frágil y efímera y titubeante es ya nuestra vida como para no intentar
consolarse (lo sé, en vano) con cualquier señal que, aunque sólo de modo ínfimo,
pudiese fingir que el tiempo será largo, que hay otras cosas durables, aparte
de las pilas del conejito.
– Anda, anda, que no andas “ná”.
BREVE DESPEDIDA PROVISIONAL
El “blog” le da un descanso a su reloj
por espacio quizá de una semana.
No ha perdido las ganas, mas opina
que bajar unos días la cortina
nos ha de venir bien a casi todos.
Os echaré
de menos (que no lleva
hache de ningún modo).
No se espera que llueva
gran cosa, ya metidos en verano.
Que la suerte os tenga de su mano.
Y, hasta el regreso, os dejo de propina
estos ligeros versos con sordina.
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