Se la han puesto a Pedro J., quien lleva ni se sabe
señalando a los malhechores, denunciando a los fulleros, clamando de modo
contundente contra los desgraciadamente numerosos canallas que echan a perder
nuestras vidas.
Desde luego no era imprescindible que soltara por la Red
esa cita en habla inglesa que, aunque oportuna, lo embaraza por un momento con
la tentación pedante, “snob” (¿ves, Pedro J.?) Pero hay que estar con él, por
su talla de periodista valiente y su lengua mayormente lampiña.
La prensa de papel ya no es rentable y, en el vértigo
salvaje de esta sociedad que cambia a la despiadada e inhumana velocidad de la
luz, también será imposible contabilizar las bajas, los destrozos, los
profundísimos desajustes que son el precio que nos espera.
Pero la zancadilla que comentamos viene a lomos de otros
vientos.