Tampoco hay prisa

Los agoreros y los morbosos, los aficionados a los grandes motivos para el pánico y diversas gentecillas principalmente desocupadas insistieron, hace cosa de un año, en el inminente fin del mundo que los mayas, con la precisión y puntería que ya hemos visto, pronosticaron hace la torta de tiempo, en los ratos que les quedaban libres entre los sacrificios humanos, etc.

Por aquí, lo de los mayas queda inverosímil, asombrados como andamos por la enésima gira de los Rolling Stones, el Alfa Romeo 4C, el kilo de trufas a 2.600 euritos, la juerga monumental de UGT y CC.OO. y muy ocupados, en tanto llega el maremoto (que tampoco hay prisa) con el diseño y la preparación de las cenas de Nochebuena y Fin de Año.