Preclaro artífice de la tauromaquia lo
ha ponderado ya con ocasión de alguna conspicua entrevista de esas que, con
cierta sabiduría y algo de magnetismo, realiza Quintero en la tele para nuestro
mejor entretenimiento.
Sus efectos balsámicos, analgésicos y se
diría que incluso anestésicos son tan evidentes como admirados, y sin duda van
levantando creciente legión de seguidores, de prosélitos de ardiente fe
henchidos, tal que si de una secta iluminada se tratara.
Conocemos por experiencia personal y
reiterada su eficacia maestra, la ductilidad de su administración, su cómoda
presencia en el mercado, que avala una distribución profesional y firme. Y a
tal punto de excelencia van llegando las bondades de su característico sabor a
menta y eucalipto, que Nos lo proponemos como base inmejorable de un nuevo
combinado cuyo éxito pronosticamos sin titubeo visible. Un nuevo cocktail de
diseño, llamado a triunfar en los más selectos círculos sociales: “Espidifén
Pilé”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario