sábado, 13 de mayo de 2023

Cayendo cuesta abajo

 

-Y este año, ¿el lado masoquista de tu morbo volvió a situarte entre las víctimas del eurofestival?

-No, por cierto. Cuando regresamos de pasar el día en Rota, el evento iba por el punto de repasar la lista de actuaciones participantes en la final, a modo de recordatorio previo a la votación.

-¿Y?

-El rápido muestrario fue suficiente para apreciar el mísero nivel de basurillas que caracterizaba el certamen; y para castigar la vista con los disfraces ridículos y horterofantasiosos en que consistía el vestuario de los seudo artistas y anfitriones. Salí huyendo de inmediato.

-Parece que no puede ir a peor.

-Lo hará. Y puesto que ese timo, esa estafa recibe tratamiento de espectáculo preferente, transmitido por la 1ª Cadena de TVE, ayudará a mantener en la deformación el criterio del público, de “el pueblo soberano”, que es de lo que se trata: a más ignorancia, manipulación más fácil.

-Por Rota, ¿bien?

-De cine, tú.                               

3 comentarios:

  1. Eurovisión murió hace 25 años

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  2. No lo veo desde el chiquilicuatre. Se ha convertido en un espectaculo visual. Sin sustancia. Solo me han llegado en los últimos tiempos, dos aportaciones musicales interesantes: Salvador Sobral y Maro. Ambos portugueses.

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  3. Yo me quedé en ABBA. Ahora es solo envoltorio...

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