No
desviamos nada el tiro afirmando el ingenio de José Mota, reiteradamente
demostrado en ese encuentro anual de sus programas especiales de las
nocheviejas. Sus recursos, ya clásicos, igualan en número al catálogo
interminable de asuntos que, por su pésimo funcionamiento, le proporcionan
material para sus parodias, muy recargadas las últimas entregas, “como no puede ser de otra manera” y
cada vez más, de tintes económicos y políticos.
Y
seguro que echarle humor a la vida no la empeora; pero lo siniestro (que no me
parece ya palabra exagerada) es que tampoco la mejora realmente. Y sólo, “caution”,
José, nos distrae, con lo peligrosa, o lo inútil por frívola, que puede ser una
distracción.
Quizá
porque la canalla al mando sigue sin resolver los problemas, creo no ser el
único que empieza a reírse menos y con mayor dificultad de las acreditadas
habilidades con las que Mota señala.
Así
que convendría que tampoco desviáramos el tiro cuando apuntemos a quienes
corresponde. Ya nos vale.
No hay comentarios:
Publicar un comentario