domingo, 1 de mayo de 2022

Entre festivos

 

Dicen los más místicos del ecologismo que las veleidades del clima se deben al zarandeo que los humanos le estamos arreando al planeta.

Igual tienen razón. Y desde luego, estas primaveras y otoños desconcertantes parecen más caprichosos de lo que solían ser. Lo que es que Ud. no sabe ya de qué ropa vestirse que ni le sobre ni le falte. Para más claridad de esta afirmación, algunas fotos iremos publicando que atestiguan ese eclecticismo, esas indecisiones desorientadas.

Y se dirá que vivimos en muchos aspectos colgados de una cuerda floja que jamás lo fue tanto. A lo mejor es lo que proponen los devotos de la conspiración, “el Bosé”, por ejemplo: un plan para que, mantenidos en la inseguridad permanente, abolidas casi todas las referencias, empujados a digerir (malamente, tra, tra, que sea la digestión) el sofisma del “todo vale” y la “chuminá” del relativismo, nos vayamos transformando en el definitivo rebaño de borreguitos acobardados que conviene a “la dirección”.

 

Quizá, de resultar inevitable por completo, podremos sonreír a condición de que no nos cuenten esa última, ensañada ocurrencia del menú que excluye la cerveza y el vino como oferta, que ya es añadir el insulto a la injuria; que no es otra cosa que intención de herejes y apóstatas a los que Dios, ni en su infinita misericordia, querrá perdonar el último día.                          

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