viernes, 17 de diciembre de 2021

¿Qué fue de las señales de humo?

 

Impulsada por el afán de modernidad y a remolque de los escrupulosos protocolos anticovid que nos recomiendan seguir nuestros “ejemplares y coherentes” mentores de la cosa pública, en más de una ocasión me encuentro la carta del restaurante suplantada por un laberinto de manchitas que requiere, en su abstrusa complejidad, en su arcano infinito, ser descifrado por una de las habilidades (que llaman aplicaciones, creo) que incorporan los más espabilados teléfonos móviles.

Como el que me presta servicio, sin llegar a ser contemporáneo de Melkart, ya tiene sus añitos, han sido Maritere e Irene, respectivamente, en su papel de comensales adjuntas, quienes me han facilitado el trance, rescatándome de mi ancestral burbuja clásica y poco dada a los artilugios de incesante renovación.

 

Nos inundan exigencias apremiantes de puesta al día con los modos y modas de la cosa global y digital. Los últimos mohicanos sabemos que la resistencia será implacablemente arrasada, borrada de la faz de la Tierra y de los anales de la Historia con desconsideración y métodos de estilo nazi y/o comunista.

Por ahí he leído que, si al coche de Batman le dicen “batmóvil”… ¿cómo se llama su teléfono?

Por cierto, ¿queda alguien que alcance a recordar cuando, de niños, rezábamos alguna plegaria antes de irnos a dormir?

1 comentario:

  1. Por supuesto. Y de cuando la rezaba con mis hijos (Jesusito de mi vida...)Pero todo eso fue el siglo pasado, cuando Pionono fue joven (que lo fue)

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