Mucho
presumir de Cuarto Poder, mucho ponerse moñitos, sacar pecho con la importancia
y el decisivo papel relevante que desempeñan, bla, bla, bla, y con excepciones
demasiado escasas, los informadores, los periodistas, titulados o arrimados,
las más influyentes empresas del ramo, radio, televisión, periódicos, son una
recua de cobardes, comprometidos con intereses más o menos indecentes,
sobornados y sometidos con subvenciones, servidores hipócritas del dinero,
mentirosos del todo o a medias, cuya criminal colaboración con la ignorancia y
la intoxicación mayoritaria de las gentes apenas se disculpa, y sólo de vez en
cuando, con eso de la “autocrítica”, canijo eufemismo donde tendrían que pedir
perdón de rodillas y rectificar con un absoluto propósito de enmienda.
Repito,
con excepciones demasiado escasas. El resto, pringados y pringosos en variables
dosis, esencialmente infames.
Se
suele decir que el miedo es libre. Será verdad, cuando tanto nos va inundando
la miseria.
Totalmente de acuerdo y añadiría con permiso de la RAE "palanganeros y pesebristas". Nada más intuir lo que se nos ha ocultado sobre nuestro Emérito.
ResponderEliminarUn abrazo desde Auche.