Como
hasta que no ocurra
un
cataclismo en grandes dimensiones
la
playa y este mar que me susurra
van
a seguir ahí,
por
el momento es como un balneario
del
decadente siglo XIX
o
principios del XX,
la
instalación que en estos calendarios
se
acomodó a un rincón de este jardín.
Vienen
noticias de que ya la nieve
en
otras latitudes nos visita
mientras
que por aquí las margaritas
florecen
como en una primavera
y
un tropical ambiente de palmeras.
-¿Es el clima en el Sur
tan agradable para tanto cuento?
Parece un privilegio
si hemos de hacerle caso a tus acentos…
-Es la verdad, no creas que presumo.
Si te gusta el arpegio de los vientos…
y si, además, Maritere prepara
un pollo acompañado de verdejo,
“no
estoy pidiendo que me lo mejores,
sino
que me lo iguales” y tendrás
la fórmula ideal de hacerse viejo.
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