Escrúpulo ortográfico me guía
en esta nota que escribo este día.
Que al César debe darse lo que es suyo
y es aforismo al que contribuyo
reconociendo paladinamente
que omití, aunque no intencionalmente,
la inclusión en tu nombre de una letra
que inquieta mi conciencia como el crimen
agobia al malhechor que lo perpetra.
¿Cómo olvidar la hidalga hegemonía
y la heráldica, hermosa hechicería
que habita con halago habilidoso
la hechura de tu nombre, tan honroso?
Ni helado hastío ni holgazanería
me harán huir del homenaje hondo
que en tu histórica hazaña hoy se hospeda,
Ágatha heroica, hecatombe humana,
hiperbólica hipótesis en seda.
-- No tenías nada que hacer, ¿eh?
-- Vaya.
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