Porque tu sueño quiere que la sombra
domine por completo el dormitorio,
y aunque son mis desvelos tan notorios
y mis insomnios siempre recurrentes,
a cal y canto cierro consecuente
las maderas de las contraventanas;
y es fácil tropezar tan de mañana
con algún mueble o con alguna alfombra
al levantarme, si la habitación
es de anónimo hotel en la excursión.
Así que hemos quedado
que, para no quedar descalabrado,
entre sonrisas y caricias tiernas,
me vas a regalar una linterna
que ilumine el trazado de mis pasos
y aporte solución en estos casos.
Que un buen entendimiento
es el mejor de los planteamientos.
¿Son los ajustes propios de la edad?
¿El buen humor? ¿Querernos de verdad?
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