sábado, 17 de marzo de 2018

Actividades durante la borrasca

Sin el concurso de Lady Taladro
y su considerable asesoría
(ya demostrada con sables y cuadros),
de todo punto imposible fuera
salir de la notable enredadera
en que se convirtió esa estantería
que, tras debates densos y floridos,
ha quedado instalada en la cocina
de forma más durable que interina,
para cumplir diversos cometidos.

Como, fijo, ya todos conocemos
de trepidantes lides anteriores,
más que notoriamente son traidores
y en extremo blasfemos,
los manuales que en el "bricolaje"
nos hacen divagar
en las olas de un proceloso mar
o en las selvas tupidas de un viaje
por esos prolongados laberintos
de la más deprimente incomprensión:
alerta, los instintos,
procedemos a la interpretación
de esos planos falsarios y piratas,
de esas piezas extrañas que no encajan, 
tremendamente ingratas
-- una vez que han salido de la caja --
y tornillos y tuercas y alcayatas...

En fin, para dar fin a este relato
terminaré estas rimas de inmediato;
glorioso fue el final de la batalla
y ornamental cual valenciana falla.

1 comentario:

  1. De todo en esta vida cabe extraer poesía.
    Incluso del montaje de una estantería.
    Me descubro una vez más.

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