Acaso me dirás
que este grano de arena que aquí aporto
es insignificante y una pena
la escasa resonancia de su exhorto.
Pero me niego a hacer oídos sordos
mientras que se repite esa indecencia;
y si prosigo de este barco a bordo
es porque no me gusta que, a mis años,
tenga que dar por buenos los "apaños"
y que perder por incomparecencia.
De natural tranquilo,
de preferente y sosegado estilo,
en su acuario fluctúa el Hipocampo;
y aunque sabe, porque el Tiempo le enseña,
que la muy trabajada cerrazón
es más dura que piedra berroqueña,
no le da el corazón
para dejarle libre todo el campo.
Dilecto pianista, ¿es el descanso
la tocata y la fuga de los mansos?
Ojalá se presente la ocasión
(mediando algún viaje
de éste que versifica)
de compartir a guisa de homenaje
un suculento arroz en "La Pepica".
No hay comentarios:
Publicar un comentario