No sólo en opinión de tu Doctora
que al ser Santa debe tener razón
(y que Alá ilumine en cada hora
cada criterio de su corazón):
también el Hipocampo va y te exhorta
a que jamás tu hábito abandones
que ya sabemos cuánto reconforta
un dry Martini ante las sediciones.
Y mientras contemplamos de hito en hito
la danza del fantasma catalán
que, abochornando al seny acostumbrado,
con majaderos modos corcovados
emite plebiscitos inauditos
y bufidos de burdo orangután,
BRINDA A LAS VEINTE TREINTA cada día,
que, en Collado Villalba o por aquí
(en esta luminosa Andalucía),
varado en las arenas gaditanas,
el estro nuestro afirme su otrosí
enhiesto como un palo de mesana.
Maestro: tomo nota con estro en su tercera acepción de RAE y que fina ironía juntar en el verso estro y enhiesto, vocablo este último nunca mencionado por mi urólogo. Saludos de Miguel desde Aluche.
ResponderEliminarBrindaré mientras el cuerpo aguante
ResponderEliminary la salud así me lo permita,
en tanto llegue esa fecha maldita
en que deje de verme tan campante.
Siempre será elegante
hacerlo con debida compostura.
Sería vergonzante
y síntoma de indeseada holgura
perder el buen ...¡talante!
Brindaré por lo míos,
por los que quiero y por los que querré,
por los que quise y los que me quisieron,
y entrellos ha de estar Vuesamerced.
Antes que hoscos
nos vuelvan entre "estros" y los "ostros",
Pionono resuelve: ¡Brindaré"