Seguro que este giro,
a ti que también fuiste aficionado,
te habría parecido el indicado.
Y ayer me llega la confirmación
de lo que sólo quince días atrás
creí que no podía ser verdad
sino un rumor de tantos que en la red
se siembran desde todas las trincheras.
Y resultó que era verdadera
tu "baja" inconcebible el mes de mayo.
Insistir otra vez en que vivimos
sin digerir esta ruleta rusa,
en que ajenos seguimos
enzarzados en las escaramuzas
de las ansias difusas, las excusas
y hasta de las eternas semifusas,
no vale para nada esta jornada
de absorto desconcierto ante tu muerte.
¿Y para qué Internet,
donde todo se "larga" y se publica,
si en ese océano de información
éste que en tu recuerdo versifica
no sabe acomodar el corazón
al conocer a trasmano la siega
de la extinguida voz de los colegas?
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