No es sólo por la edad.
Me embromas por teléfono, porque notas que esta voz se quiebra, con todo su peculiar timbre a cuestas.
"ALTA COMO UNA TORRE" y con la anemia que aparece en tu reciente analítica. No será grave, eso espero; aunque para mí tengo que tu deriva vegetariana no es exactamente la ideal, amén de haber eliminado de tu paladar los delicias del cerdo ibérico, etc.
Escucho tu ruego, teñido con un dejo de cariñosa queja:
-- ¡Pero no llores, padreee...!
Me recompongo (no mucho) como mejor puedo. Y sigo haciéndote recomendaciones que quizá caigan en saco roto.
Pero no es sólo por la edad, esto viene de lejos: de cuando eras pequeña y el pediatra (tan torpe aquella vez) te pinchaba en el talón para no sé qué jodida prueba necesaria.
Y de otras varias cosas viene.
Pocas veces te digo lo mucho que te quiero. Tendré que enmendar eso también.
La ternura es una gloria. Siempre es bienvenida.
ResponderEliminarUn beso.