Como de un fino husky siberiano,
el color de tus ojos fascinantes
se añade a aquella lista en la que antes
se asombraba mi estro daltoniano.
(La Berenson, la Taylor, Laforet,
que destilaban sueños seductores;
tan fervoroso de sus pormenores
como incapaz para una rima en "et".
¿La ulterior sucesora en sus primores?
¿La perfidia perversa de Eva Green?
"Pa" esa lista sin fin
¡hasta en Cádiz hay pocos miradores!)
Mas volviendo a Raquel y a sus noticias,
por la UNO, los fines de semana,
de prodigiosa y sagaz cortesana
tu mirada extiende su delicia.
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