En medio de frecuente controversia, está la disyuntiva entre seguridad y libertad.
Suelen representar estas dos caras de la moneda los conservadores y los autoproclamados y falsos "progresistas", respectivamente, y es siempre un nudo de muy difícil solución.
En los tiempos recientes, el aumento en los avances de la tecnología ha dotado a los gobiernos, empresas, etc. de medios prodigiosos, vertiginosos, para el control y el seguimiento de todo tipo de asuntos. Y ahí, no es imposible el abuso, la intervención indebida en la esfera privada de las personas y sus derechos.
Por otra parte, la misma diabólica sofisticación ha vuelto a los enemigos de nuestra sociedad (no sólo terroristas: también delincuentes comunes y elementos antisistema) extremadamente capaces de hacer daño. Lo cual suele servir de justificación al exceso de control mencionado y puede producir un gradual sometimiento del rebaño humano a las más elaboradas y/o radicales "orfebrerías" de los tiranos.
"Snowden" cursa esa angustia.
Y con tanta tecnología y alambicadas conspiraciones, ¿iba a faltar un "devoto especialista" como yo?
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