Las murallas romanas en la ciudad de Lugo
y tu vestido blanco.
Reverdecidos ojos contemplándolo todo
y tu vestido blanco.
Como faunos paganos, sátiros con nobleza,
que aprecian la belleza
de tu vestido blanco.
Palabras de censura, de incomprensión incluso,
y tu vestido blanco.
¿Qué dicen de nosotros,
los cortos, los pobres, los envidiosos, los imbéciles?
Ante el vestido blanco, nada importa.
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