Lo ha sentido volver de madrugada,
dar señales furiosas, insistentes,
ejercer con denuedo la llamada
que este verano suena tan frecuente.
El estandarte azul se fue encrespando
y agitando la "erre" solitaria
de una manera tan extraordinaria
que era la travesía temeraria
de una galerna en un buque normando.
Pero el mástil resiste y el sextante
permanece en su sitio y todavía
afronta esta porfía
en lucha con el viento de levante.
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