Con el comportamiento indeseable de un caballo encabritado, con los modales erráticos y antisistema de un político radical emergente, o sea, hecho un zulú, el "Plegablito" atraviesa en estas jornadas una nueva crisis de rebeldía y desconcertante e indisciplinado funcionamiento.
Tal conducta injustificable y que nos negamos a aceptar, ha causado una honda inquietud en el ánimo con frecuencia atribulado del Hipocampo, cuya simpatía por las maquinitas, muy escasa de suyo, va mermando sin encontrar paliativo alguno que capaz sea de atajar tanta zozobra, tanto desajuste, castigo tan cruel e inmerecido para su naturaleza acuática y parsimoniosa.
El trance en cuestión ha motivado alguna interrupción involuntaria y misteriosas metamorfosis y desapariciones de las metafóricas señales de humo que desde este "blog" venimos emitiendo; en consecuencia, observaremos de manera cuidadosa la evolución de todo el incidente y procuraremos controlarlo, reconducirlo por el buen camino, entre la desazón y un relativo despecho, sentimientos que seguramente han de merecer la comprensión cortés de Vuesas Mercedes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario