Sinsajo, 2ª parte

Que, como reza el adagio, no es buena. Pero es que tampoco lo fue la primera.

Así que, sospechando que mi temeroso pronóstico se iba a cumplir, pero resuelto a llenar un rato de una tarde cualquiera, me fui al cine, con tan mala fortuna además, que me pilló un atasco de tráfico (¡en Chiclana!) como no se ha visto en la Historia. Y es que estaban colocando en medio del puente azul sobre el Iro una estrella para la Navidad y se ve que no podían elegir mejor momento que una tarde de viernes/black friday.

La "peli" es tan elemental que raya en una bobería, en una grandilocuente, gigantesca y costosísima metáfora o parábola de la cansina y convencional revolución de un pueblo oprimido por un sátrapa o tirano, con algún quiebro final barato, por lo previsible, y un elenco en el que Sutherland hace muy bien lo de siempre, con su melena blanca y barba casi a juego, su gesto de cínica y despectiva, sarcástica y maligna superioridad y casi nada más.

Tal parece que cada año llegan más films en los que se gastan un mogollón vertiginoso de dinero sin tener gran cosa que contar ni oficio para hacerlo.

Una solemne murga.