Propaganda.
Me han llegado al buzón los sobres con
las “invitaciones” que los partidos políticos nos hacen para que apoyemos sus
desmanes, infamias y felonías, o sea la GESTIÓN.
Los he depositado cuidadosamente en la papelera,
sin abrir; porque sus protagonistas no me gustan, porque no son, ni de lejos,
de fiar, cuando fabrican y sostienen este “caos provisto de normas electorales”
que, creo, le parecía a Carlyle.
Semanas de circo de saldo, mucho pelo de
las diferentes dehesas.
Una enorme murga.
Entre la grisácea imaginación de
nuestros dirigentes y los vertiginosos desafíos de Luigi Colani, por ejemplo,
¿no habría un decoroso y conveniente término medio?
No hay comentarios:
Publicar un comentario