A los náufragos les vale una luz.
Sea de un faro, de una luna llena; de la “estella” de un
cometa que pasa; de la cresta plateada de una ola que parece que, si no lo
salva, de momento le hace compañía.
Los náufragos son gente que vive con pasión y con dificultades.
Se les ha citado con cierta frecuencia en los menesteres literarios.
(Asiduos internautas del Hipocampo: con algunos, nos
conocemos poco o nada. Pero estoy por enviaros, incluso a remotos países como Suiza,
esta distante y verdadera gratitud.)
Navega, velelo mío,
ResponderEliminarsin temol,
que ni enemigo navío,
ni tolmenta, ni bonanza,
tu lumbo a tolcel alcanza,
ni a sujetar tu valol.
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ResponderEliminarCon orgullo declaro que pertenezco al grupo de los que nos conocemos, aunque sea poco o muy poco. La gratitud es hacia ti por tu música y tus palabras.
ResponderEliminarEn nuestra última cita quedó pendiente una visita al Sanatorio. Cuando vaya al sur, trataremos de saldarla y si pasas por los madriles llámame y encontraremos algo equivalente