Nada igual habremos visto antes, el día, o la noche, que
te coloques una peineta, a ser posible de carey, como se hacían antaño, y una
mantilla negra de Jueves Santo o de Viernes ídem., con ese aire híbrido de Sur
y de Levante, con esa escenográfica donosura que te ha poseído gradualmente
hasta causar tu casi desprendimiento de un boceto de Romero de Torres, un día
de cierta prisa o de poca siesta.
Contagios, aprendizajes y relevos; drama y lamento; y no
pocos destellos de recatada y clasicona viuda semialegre. Quizá se cumple en ti
el adagio que reza “gallina vieja hace
buen caldo”. Qué sabe nadie.
La creencia general dicta que las mujeres maduran antes
que los hombres, incluso podríamos pensar que maduran más: con eso, nuestras
respectivas veteranías deben andar equiparadas. La mía espera que la tuya
apreciará estos barruntos, este inusual ajedrez de adjetivos y alegorías.
El
Hipocampo afirma que quedan más títeres en el guiñol, pero no se trata de
agotar la nómina. La Galería de personajes cierra, o descansa, aquí. Como parte
de un juego, como confirmación de que los mensajes en la botella no son del
todo inocuos, ¿os pareció identificar a los aludidos?
Yo sí, uno por uno.
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