domingo, 2 de noviembre de 2014

Se moderó el levante de estos días



Aquerenciado aquí, que iba y venía. Y ha quedado una brisa fina, que se diría tímida heredera del loco visitante que a algunos trastorna.
El agua hoy, aunque siempre mantiene la seductora perversión de sus cambiantes resplandores, presume de un azul inocente, casi de cielo a las nueve de la mañana. Y hay un par de balandros, a distinta distancia, que flotan con sin par, relajada elegancia.
Regaremos el gramón, los jazmines heroicos y sobrevivientes, el ficus recién podado; lavaremos el coche grande en el jardín. Y descartaremos poner música de fondo porque la vida ya la trae.
Después de un vistazo a los hibiscos, tan engañados por este verano tardío y demorado que se prolonga fuera de fecha (noviembre ya, quién lo dijera), nos daremos una ducha.
Y ya estaremos listos para cumplir, para asistir a la cita que, días atrás, comprometimos con la niña de las tres ruedas. Vamos a tomar el sol de este domingo, entre 50 y 70 Kms./hora.
Que nos vean los detalles, las perlas de Cleopatra, el joven “estandarte” (resuelto con primor por Maritere) del signo de Scorpio, ahora que anda en su apogeo.
Vamos.

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