Sentado en Tele5 para su entrevista (que la cadena ha
conseguido apuntándose un indiscutible tanto en la feria de las vanidades),
este ser inverosímil que llaman el pequeño Nicolás dice sus cosas con expresión
algo impávida, como a medio cocer.
Tiempo atrás, hemos asistido al nacimiento mediático
(perdón) de Chiquilicuatre en Eurovisión; Tamara/Yurena/Ámbar, inconcebible
“star”; Aserejé y Macarena, exponentes arrasadores de la “cultura popular”.
Hemos contemplado estupefactos a Cándido Méndez, al otro, de Comisiones, a la
Botella del inglés macarrónico, a los separatistas; a Leire, Bibiana, De la
Vega, extraterrestres formulaciones ectoplasmáticas del presizeta, que ya tenía
lo suyo; hemos sido testigos de las apariciones milagrosas de la Esteban, la
Lomana, el bolivariano del chándal y Boris, ambos venezolanísimos ejemplos de
variados vértigos; de una Cristina que va hundiendo, más si cabe, a la
Argentina, contra toda lógica; de las fantásticas amigas de Amador, numen
excelso de Chipiona, etc., etc. Todos ellos formidables detonantes para nuestra
estupefacción.
A ver si son las señales del Apocalipsis y no nos vamos a
enterar. ¿Qué nos está pasando? ¿Esto es la realidad, la surrealidad, o e´to
qué pijo é, como dicen en Orihuela?
Me acuerdo de Barry Mc Guire y su “Eve of destruction”. Y mira que en aquel entonces ni por asomo
habríamos vislumbrado este lodazal de saldo cutre en que ha quedado nuestro
vapuleadísimo presente.
Vale que está la ley
de Murphy. Pero esto habrá que sujetarlo algún día, ¿no?
Rodrigo Los Speakers dejaron huella para siempre. Escucha este programa radial dedicado a ellos (25/Nov/2014):
ResponderEliminarhttp://www.unradio.unal.edu.co/detalle/cy/2014/cm/12/article/the-speakers.html