domingo, 27 de julio de 2014

La Real Academia



¿está para “caer simpática”, de manera servil y asustadiza, a los rebeldes?
¿Para facilitar, simplificando hasta la subnormalidad, la digestión de la ortografía y otras cuestiones al pelotón de los torpes o, peor, al de los flojos?
¿O para mantener la dignidad y exigirnos, que es lo pedagógico, el estudio, la aplicación, el esfuerzo ante las dificultades, el cumplimiento de auténticas normas e itinerarios que nos mejorarán la cultura, la inteligencia (que es cosa que también requiere ejercicio), la estatura?
¿Es lo que dicen su nombre y su lema o se ha vuelto un chiringuito de mercadillo?
Ni queremos ni nos convendría regresar al gruñido de la selva, de las cavernas.
Vergüenza torera y respetos propio y ajeno, eminentes, ilustres, sedentes señores de la Real Academia.

2 comentarios:

  1. Ojalá fueras presidente de La Real Academia, tus conocimientos del idioma son de admirar.

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  2. Pondrías de moda la palabra "Conque", gran olvidada y de rara belleza. Ya te sugiero una entrada en tu blog, sobre su uso, significado...

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