Con una
conducta muy parecida a la que ejercen los “okupas”, los zafios pandilleros que
desgraciadamente dizque nos gobiernan jamás descuidan la ocasión de demostrar
su torpeza y su miseria.
Un ejemplo más,
clamoroso, lo han dado con la ausencia de toda representación española en la solemne
y hermosa ceremonia de la recuperación de Notre Dame.
En ese acto,
importante y simbólico donde los haya, la negligencia y la inoperancia, quizá
dolosas, de estos ignorantes mandamases de pacotilla se han significado
lamentablemente, como suelen.
Más de cuatro
cabezas deberían rodar, entre ellas la del que se fue al circo, al parecer, prepotente
antitaurino por más señas, y de cuyo nombre no merece la pena acordarnos.
No son peores
porque no madrugan.
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