-Así que “ordenando vinilos…”
-Como consecuencia del nuevo emplazamiento
reciente y de la recuperación del tocadiscos histórico. Dos o tres años hace
que ese ordenamiento alfabético lo tenía pendiente, “sobre mi alma”, como se
suele decir. Y padecía la colección tal caos que, de no proceder, habría sido
terrible encontrar cualquier ejemplar.
-¿Alguna revisión prioritaria?
-Claro que Dylan, Dire Straits y así.
Pero lo que, después de Barry Booth y
del sexteto de Claude Bolling con Mozart en jazz, tenía en el punto de mira era
un álbum de METRO.
-Ahá.
-Gente rarita, +- 1977. Amalgama de
arrogancia y sofisticación (ya desde la carpeta, en atuendo de señoritos algo
macarras y tan británicos, aunque con atisbos de morbo y perversión) que ponían
sello a un dúo, ampliado a trío (Sean Lyons) con cautelas. Músicos de refuerzo
de considerable nivel y composiciones de Peter Godwin y Duncan Browne, los “estrellos”,
que exponían elegancias decadentes con textos de fina poesía y sugestiones
notables. Conservan vigencia, incluso hoy, que ya quisieran los niñatos de este
XXI…
-¿La joya?
-Varias; pero la melancolía nihilista de
One Way Night…
-Vaya.
No los conocía. Gracias por el descubrimiento
ResponderEliminarBuena cosecha, sí señor. Por cierto Hipocampo para cuándo el 50 aniversario de tu "linda Prima", tan vigente como entonces?
ResponderEliminarTe lo demanda la Legión de Rodriguistas. Salud y suerte desde Aluche.
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