Los
escarmentados sostienen como un lema lo de “piensa mal y acertarás”. Vale que
también hay personas que defienden lo contrario, y son calificados como
optimistas candorosos y sin remisión posible.
En
lo que esa división de opiniones se resuelve o no, el mundo mundial sigue
caracterizado por la desigualdad, la mala administración de los recursos y la
riqueza que jamás se distribuye con justicia, estorbada por el egoísmo, la codicia
y otros primores humanos, demasiado
humanos que la prepotencia y la crueldad de la tecnología están
catapultando “hasta el infinito y más allá”.
La
colección de tensiones es llamativa y el desparrame demográfico y migratorio no
hará otra cosa que aumentarla. Así que…
No
sé si será acertado, pensando mal, que con poquísimo disimulo quienes pueden
nos van poniendo las cosas a peor, y va a ser verosímil que eso del nuevo orden
mundial consiste en un programa de eliminación “de diseño” para borrar
excedentes de población y “resetear” (por ahí se va empleando la palabreja) el
tablero para los que, privilegiados o de chiripa, terminen salvándose de la
quema.
-Vaya tela, tú. Suena a que las personas
fuésemos…
-… ¿títeres de un gigantesco guiñol?
Pionono siempre ha pensado, y dicho a sus hijos, que las cosas no siempre son lo que parecen, pero generalmente SÍ.
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