Con
intercambiables caritas de maniquí, camuflando malamente (tra, tra) los
estragos de la sumisión, intimidados por las consignas del “politburó” que nos
aqueja y teniendo cada vez más claro que el que se mueve no sale en la foto,
que decía el ocurrentísimo…
Los
bustos parlantes de la televisión dan curso impasible al comentario o la mera
relación de las noticias más preocupantes como si careciesen de importancia,
asépticos de la neutralidad, conteniéndose apenas y con esfuerzo el que tendría
que ser bochorno correspondiente.
Con
excepciones. Ejemplares y valientes excepciones.
Es
un fenómeno conocido, de lamentables consecuencias al plazo que sea, al plazo
que ya es.
Vale
que desmoraliza la cochambre de política que padecemos. Y que la cobardía de
agarrarse al clavo ardiendo, de no señalarse ni levantar la liebre, está en la
condición humana. Pero se paga caro.
Y
tarde o temprano dará lugar a que lleguen los que traerán la escoba. Ese día,
no es seguro que haya madriguera suficiente para tantos conejitos asustados.
Muy acertado Maestro. Que vengan los Sirex que empiecen por Zarzuela-Moncloa-C/Génova y sigan por Ferraz. Se puede ampliar el circuito.
ResponderEliminarUn abrazo y suerte desde Aluche.